TRIBUNA / El sistema universitario español, fundamental para el desarrollo del capital humano, el crecimiento y la innovación en nuestro país, requiere un profundo cambio para mejorar su eficiencia.
Por Rafael Puyol, Vicepresidente de IE Foundation
Si Ud. Tiene una manzana y yo tengo una manzana y las intercambiamos, entonces ambos seguimos teniendo una manzana. En cambio, si usted tiene una idea y yo tengo una idea y las intercambiamos, entonces ambos tendremos dos ideas». Cito esta frase de Bernard Shaw porque ilustra mi pretensión de ofrecer algunas reflexiones sobre la actual situación de la universidad española con el fin de compartirlas con los lectores y recibir de ellos los juicios y la crítica de mis argumentos. Los tiempos que vivimos son de recortes y austeridad, pero son también un buen momento para la reflexión que debe ser realizada desde la prudencia y el convencimiento de que en éste, como en otros temas, nadie posee la verdad absoluta.
Creo que para enjuiciar el estado de la Universidad española debemos partir de la aceptación de que, a pesar de sus evidentes progresos, es una criatura imperfecta y manifiestamente mejorable. No deberíamos insistir más en que cualquier tiempo pasado fue peor y justificar nuestras insuficiencias con el argumento de que atender al reto de la cantidad, ralentizó nuestro viaje hacia la calidad y la excelencia. Mi intención aquí no es tanto señalar las virtudes sino destacar algunas imperfecciones del sistema definido entre otras cosas por una alta tasa de abandono escolar (30 %), una duración de los estudios superior a la establecida, un notable desequilibrio entre la formación recibida y el empleo realizado por los graduados, unos niveles de movilidad e internacionalización reducidos, unos sistemas imperfectos de selección de los docentes, unas relaciones con el mundo empresarial mejorables, una posición en los ránkings mediocre y una financiación insuficiente. Este censo apresurado de imperfecciones al que sin duda faltan capítulos, marca el camino de las posibles reformas.
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