Rafael Moneo ha logrado el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, que se ha fallado esta mañana en Oviedo. Un regalo de cumpleaños para el más respetado de los arquitectos españoles, que nació tal día como hoy hace 75 años en Tudela, Navarra. Suma este galardón a los más prestigiosos de su disciplina, entre otros el Pritzker (que logró en 1996), el Mies van der Rohe (2001) y el Nacional de Arquitectura (1961). Autor del Museo Romano de Mérida, de la ampliación de la estación de Atocha, la del Museo del Prado, de la catedral de Los Ángeles o del Kursaal de San Sebastián, sus líneas depuradas gozan de reconocimiento planetario.

Bajo la obra de Moneo late un sentido profundo del civismo y de la importancia del espacio urbano para la articulación de la ciudadanía. “Un niño en un pueblo como Tudela, en los años cuarenta, entendía perfectamente cuál era el sentido de una plaza o de qué modo las calles tenían su jerarquía en función del uso que les daba la gente”, dijo con ocasión de una entrevista publicada en El País Semanal en 2010.

Ya contaba con las distinciones más importantes de su disciplina

El jurado reconoce en su fallo que su obra “enriquece los espacios urbanos” y define a Moneo como “arquitecto español de dimensión universal” con una producción “serena y pulcra”. “Maestro reconocido en el ámbito académico y profesional, Moneo deja una huella propia en cada una de sus creaciones, al tiempo que conjuga estética con funcionalidad, especialmente en los interiores diáfanos que sirven de marco impecable a las grandes obras de la cultura y del espíritu”, señala el acta.

Los Premios Príncipe de Asturias están destinados, según los Estatutos de la Fundación, a galardonar “la labor científica, técnica, cultural, social y humana realizada por personas, instituciones, grupo de personas o de instituciones en el ámbito internacional”. Dentro de este espíritu, el Premio Príncipe de Asturias de las Artes se concederá a aquellos “cuya labor en la cinematografía, el teatro, la danza, la música, la fotografía, la pintura, la escultura, la arquitectura y otras manifestaciones artísticas constituya una aportación relevante al patrimonio cultural de la humanidad”.

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