Por Rafael Puyol, Vicepresidente de IE Foundation
Creo que no hay peor cosa para las mujeres y los jóvenes que el ser elegidos para ocupar cargos políticos o empresariales por esa simple condición. Las “cuotas” sea cual fuere el motivo de su uso no me parecen un buen sistema para la selección de personas que debe obedecer más a razones de capacidad o de mérito que a motivos prioritarios de sexo o edad. Esto es lo que parece ha pensado Rajoy al nombrar su equipo de Gobierno. Es de suponer y sobre todo de desear que todos sus miembros reúnan los conocimientos y las habilidades suficientes para aportar en tiempos difíciles las inmensas tareas a las que se enfrentan. Pero lo que sí resulta claro es que el Presidente no se ha regido por las cuotas, ni por un criterio de edades para elegir a sus colaboradores inmediatos. Vean si no los grandes números: 13 responsables ministeriales, de los que 9 son hombres y 4 mujeres, con un abanico de edades entre 40 (Soraya) y 67 (Margallo) y una media de 55,5 años. Cuando Zapatero fue elegido Secretario General del PSOE su triunfo fue considerado como la victoria de la “esperanza” contra la “experiencia” (Bono). Y la verdad es que no nos fue muy bien. Ahora Rajoy ha seguido criterios distintos al escoger un buen puñado de “seniors” para convertir la experiencia en la esperanza del cambio. Hay varios ministros sesentones, pero pese a que todos peinen canas eso no significa que no tengan sus habilidades intactas para desarrollar su misión. En un país donde los trabajadores mayores sufren una injusta discriminación, la elección del gobierno es un claro ejemplo a seguir que no tenía demasiados precedentes. Es la apuesta por personas con una larga trayectoria profesional en la que han acumulado experiencias, destrezas, capacidad de asombro y una imprescindible comprensión de la maldad humana. Son gente bien formada para la vida que tienen que afrontar, preparadas igualmente para asimilar el éxito que para soportar el fracaso .Y es que la Demografía nos ha permitido ser jóvenes durante muchos más años.
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