Por Rafale Puyol, Profesor de IE School of Arts & Humanities
En Noviembre de 1965 se produjo un apagón en nueve estados de la costa este norteamericana que duró más de 14 horas .La imaginación popular intuyó una larga noche de pasiones desenfrenadas hasta en los ascensores, con consecuencias apreciables sobre la natalidad de nueve meses más tarde .Lo cierto es que el pronóstico falló y los nacimientos del 66 fueron inferiores a los del año previo. Ahora y en España se quiere detectar una especie de mini “ baby boom “ vinculado al hipotético frenesí reproductor producido por el triunfo de nuestra selección en el último mundial: la generación Iniesta .Pero mucho me temo que los vástagos de aquella euforia no van a colapsar las maternidades. Sin embargo, otros acontecimientos podrían acabar provocando episodios notables de natalidad recuperada. El que ,por el momento ,me parece más claro es el anuncio del Presidente Zapatero de que se va ,una confesión que me hace intuir un descorche de prácticas amatorias con repercusiones en el Censo. Lo contrario, barrunto, de lo que va a suceder si Rajoy gana las elecciones. Su capacidad para suscitar tsunamis de pasión no está probada, pero quien sabe. ¿ A ver si estamos subestimando sus dotes para generar la fogosidad del paisanaje ?.
De lo que si estoy seguro es de que la furia española escribiría nuevos capítulos en el Registro Civil el día en que la ETA anunciase definitivamente el abandono de las armas .La organización terrorista es escandalosamente malthusiana porque mata innecesariamente y crea miedos e incertidumbres que limitan el fluir de nuevas vidas. Y permítanme una última intuición ligera : habrá un nuevo “ baby boom”, y este de proporciones incalculables, si el R. Madrid ganase al Barcelona los cuatro partidos que les van a enfrentar. Para que todo quede en casa y como medio de promocionar la cantera, llamaré a esta cohorte blanca la generación Casillas.
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